¿Callos Dukan?

He escrito el título con interrogantes porque antes de publicar esta entrada tenía algunas dudas sobre si un alimento como los callos (de ternera) podían considerarse como aptos o no. Evidentemente, si lo he acabado publicando es porque la respuesta final es afirmativa. 

El otro día abrí un hilo en el foro Dukaneando donde pretendía abrir un debate sobre esto. Y tuve la suerte de poder contar con la colaboración de una de las foreras (maniega), que trasladó la pregunta al coaching. A los pocos días le respondieron que sí, que dados sus valores, podían consumirse cada 15 días estando en crucero y un par de veces por semana como mucho si ya se estaba en consolidación. La verdad es que yo ya los había consumido alguna vez estando en crucero y he seguido haciendo lo mismo en conso y todo sigue igual de bien.

A mi entender, el problema con los callos es que tradicionalmente se acompañan de otros alimentos muy grasos, pero sus valores (Proteínas: 14,8 - Hidratos: 0 - Grasas: 8,3) son buenos. Si tenéis algún paquete de tofu en casa, mirad su composición: suele tener 15 de proteínas, entre 1 y 3 de hidratos y 8 de grasas, de manera que los callos tienen mejores valores nutricionales que el tofu... curioso, ¿no?

Como no los había cocinado nunca, me basé en mi primer intento en una receta que encontré en el blog Solo recetas Dukan y el resultado me gustó tanto que los he repetido de la misma manera, cambiando solo un par de detalles. Suelo comprar los callos limpios, cortados y precocidos, aunque por precaución los escaldo de nuevo como indica la receta. Llevan su tiempo de trabajo, no os voy a engañar, pero el placer de comerlos después y el poder congelar las raciones sobrantes para tomarlas cualquier otro día... ¡no tiene precio! Os aseguro que están buenísimos... y esto sí que no parece de dieta ni de lejos, ni de cerca, ni de costado :P

Ingredientes:

- 500 gr. de callos de ternera

- 1 chorrito de vinagre

- 300 ml. de agua

- 700 gr. de tomate natural triturado

- unas gotas de edulcorante

- sal y/o pimienta negra

- 2 cebollas 

- 2 dientes de ajo

- 1 CS de aceite de oliva (opcional) o un poco de agua

- 2 hojas de laurel

- 1 clavo de olor

- 1 sobre de mezcla especial para callos (lleva comino, cilantro, pimienta blanca y cayena)

- 1 cc de pimentón dulce

- perejil y nuez moscada al gusto

Elaboración:

- Cocer los callos en un cazo con agua y el chorrito de vinagre hasta que empiecen a hervir, sacarlos del fuego y pasarlos bien por agua

- Poner el agua y los callos en la olla a presión junto al laurel, el clavo, el sobre de especias, el perejil, la nuez moscada, la sal y/o pimienta, un diente de ajo y 1/8 de cebolla y cocer unos 30 minutos a fuego mínimo a partir de que empiece a salir vapor

- Para hacer la salsa con la TMX, picar el ajo y la cebolla unos segundos a vel. 5, añadir un poco de aceite o agua y programar 7 minutos, varoma, vel. 3 y 1/2, agregar el pimentón, el tomate, un chorrito de edulcorante, salpimentar y programar 30 minutos, varoma, vel.1, colocando el cestillo encima para evitar salpicaduras

- Para hacer la salsa del modo tradicional, cortar muy finos el ajo y la cebolla y pocharlos hasta que cojan algo de color, añadir el pimentón, remover y agregar el tomate, edulcorante, salpimentar y dejar que se haga a fuego lento durante unos 30 minutos

- Una vez hechos los callos y la salsa, abrir la olla y pasar todo su contenido por un colador, reservar el líquido y los callos por separado y desechar las especias y verduras del aliño

- Añadir el líquido (o una parte de él) a la salsa de tomate y cocer juntos unos minutos para que se mezclen los sabores, después añadir los callos y dejar también unos minutos para que se integren bien con la salsa

Se pueden comer inmediatamente y están deliciosos, aunque de un día para otro cogen muchísimo más sabor.