Llevo ya unas cuantas recetas usando requesón pero hasta ahora todas ellas eran para tartas y cosas dulces, así que hoy os traigo algo diferente, un aperitivo o picoteo salado para tomar entre horas. Es la mar de vistoso y os puede servir de ayuda los días de proteínas puras, es apto desde ataque.
Me ha parecido oportuno crear una nueva etiqueta para el requesón; no sé si las soléis usar, pero gracias a las etiquetas podéis encontrar recetas de forma muy rápida. También tenéis el índice con todas las recetas ordenadas por categorías y/o por fases y además un buscador interno por si queréis buscar algo con ingredientes determinados. Creo que se usa muy poco y es una lástima porque os aseguro que es muy práctico y 100% fiable. Pensad que ahora mismo hay más de 200 recetas publicadas y muchas de las del inicio del blog seguro que ni siquiera las habéis visto ;)
En cuanto a la receta, os cuento que estas bolitas están muy ricas. No son muy consistentes y por eso se acaban chafando un poquito y tienen que guardarse en la nevera hasta justo antes de consumirse. Para el polvo de cecina no os marco una cifra determinada porque es algo que podéis hacer en cantidad y guardar para usar en otras preparaciones, como ensaladas, tortillas, cremas, sopas... deja un sabor estupendo en cualquiera de estos platos.
Ingredientes (salen 8-10 bolitas):
- 125 gr. de requesón 0% MG
- 1 CS de queso de untar 0% MG
- sal, ajo en polvo y orégano al gusto
- aroma de queso (opcional)
- lonchas de cecina
Elaboración:
- Mezclar en un bol el requesón con el queso y el aroma, salar y especiar al gusto
- Formar bolitas con la masa y dejar reposar en el congelador durante 1 hora aprox. (ojo, no tienen que congelarse)
- Hacer el polvo de cecina: colocar lonchas entre papel de cocina y cocer en el microondas al máximo durante 1 minuto o minuto y medio (hasta que queden crujientes), dejar que enfríen un poco, trocear y triturar en el vaso de la batidora hasta conseguir una arenilla gruesa
- Sacar las bolas del congelador, pasar por el polvo de cecina hasta que estén bien rebozadas y guardar en la nevera hasta la hora de servir