Kofta, kefta... se llamen como se llamen, son brochetas de carne picada (de ternera, de cordero...) muy típicas de la gastronomía árabe. Cada país, incluso cada región, las prepara de una manera distinta, a cual la mejor. En la tienda que os comenté en la entrada de ayer tienen una sección muy amplia de especias de todo tipo y muchísimas mezclas ya preparadas para determinados platos. Entre ellas encontré un maravilloso preparado para hacer estos kofta kebabs (me quedo con este nombre porque es así como sale en el botecito). Sus ingredientes principales son sal, pimentón, pimienta, curry, mostaza, cilantro, perifollo, perejil, ajo, laurel, nuez moscada, chile, clavo de olor, comino y cúrcuma. Con tal mezcla ya podéis imaginar que sabor no les falta, ¿no?
La preparación es muy fácil: tan solo hay que picar muy finita media cebolla y mezclarla con la carne picada que tengamos (yo usé de ternera) y una buena dosis de estas especias. Una vez bien mezclado es mejor dejar reposar el preparado durante unas horas en la nevera para que se impregne bien de todos los sabores y aromas. Por último se forman bolas o piezas más alargadas (con la forma que queramos o que nos resulte más fácil y cómoda para cocer), se insertan en palillos para brochetas y se hacen a la plancha con una gotita de aceite de oliva.
El acompañamiento ideal es una buena ensalada en días PV o, como en mi caso, un tabulé de cuscús o de bulgur si estáis en consolidación (ver receta aquí) y así podéis disfrutar de un completo y auténtico menú oriental totalmente apto, sano y muy rico. Si os toca día PP, optad por una ensalada proteica (con huevo duro, queso fresco, surimi, atún y fiambre, por ejemplo) y no os privéis de disfrutarlos también ;)