Pastelitos de queso con agar-agar

 

Hoy es mi segundo jueves PP desde que estoy en conso. Cuando estaba en crucero no acababa de comprender por qué decía la gente que costaba tanto pasar el único día a la semana de proteínas puras, pero después del primero lo empecé a ver más claro, y es que eso de tener que hacerlo tan puro, sin nada de tolerados y restringiendo los yogures y otras cosillas, es más duro de lo que parece. 

Yo siempre me he mantenido muy estricta con la dieta y he sido capaz de aguantar sin saltármela ni una sola vez durante los seis meses que llevo con ella. Tampoco he abusado nunca de tolerados, los tomo aunque muy moderadamente y huyo, especialmente, de la maicena (la consumo, pero con sumo cuidado). Veo que hay muchísima gente que la consume a diario, igual que el cacao, cuando para mí esos son tolerados de los "esporádicos". 

En mi caso, mi top de tolerados lo encabezan el vino blanco, las lonchas de queso y la salsa de soja. Y es que yo soy de las que cuidan más los entrantes y platos principales y, para los postres, me conformo con yogures, queso batido y gelatinas combinados con los aromas, que me han dado la vida. No soy muy buena repostera y tampoco es que me interese mucho el tema. Por eso aquí no veréis prácticamente nunca una receta dulce de producción propia. Voy probando alguna cosilla de tanto en tanto para salir de la rutina y poco más.

Pero ayer empecé a comerme el coco con el miedo a padecer ansiedad ante el día de PP estricto, así que para prevenir decidí que tenía que dejar algo extra preparado "por si acaso", ya que tengo un buen surtido de gelatinas y queso batido igualmente. Me apetecía cambiar de la típica tarta de queso sin horno (a pesar de que me sigue gustando mucho), por lo que fui en busca y captura de alguna cosa apetecible y que no llevara tolerados, claro. Y la encontré en el blog de ReZeditas. Su tarta de queso al limón me solucionaba dos problemas de golpe: un postre sin tolerados y usar el agar-agar que tenía abandonado desde hacía tiempo en el armario... perfecto para mí porque además es sencillísima :)

Como tenía mis moldes grandes ocupados, la tarta se convirtió en pastelitos. A pesar de las recomendaciones sobre comerla de un día para otro, no pude resistirme y ayer mismo ya cayeron un par de ellos. Están muy buenos, son una excelente opción para los días PP de conso. Por tanto, se pueden tomar también desde ataque. No hay restricción de raciones, pero da para varios días. Me salió más o menos el doble de cantidad de lo que se ve en la foto ;)

Ingredientes:

- 1 tarrina de queso de untar 0% MG

- 250 gr. de queso fresco (tipo burgos) 0% MG

- 2 huevos

- aroma de vainilla al gusto

- aroma de limón al gusto

- 2 CS de edulcorante en polvo apto para cocción

- 2 gr. de agar-agar en polvo

Elaboración:

- Precalentar el horno a 150º

- Poner todos los ingredientes en un bol y batir bien hasta que quede una masa bien integrada y sin grumos

- Volcar en el molde (o moldecitos)

- Hornear primero unos 15 minutos a 150º con calor solo por abajo y después unos 40 minutos a 125º con calor arriba y abajo

- Dejar que se enfríe por completo dentro del horno, dejando la puerta medio abierta

- Guardar en la nevera unas horas antes de consumirlo